agosto 17, 2013

Un Tesoro en Blanco y Negro (11)


El juez, aturdido aún por lo insólito del caso, 
levanta una ceja y, 
distraído, 
acaricia el mazo con que le gusta imponer orden en la sala. 
Mira a la niña… pálida, muda, cosida de cicatrices…
 ¿no huele como a tierra mojada? 

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